Dogecoin es una criptomoneda que se creó en diciembre de 2013 como una alternativa divertida y desenfadada al Bitcoin. Se inspiró en el popular meme «Doge» en el que aparecía un perro Shiba Inu con subtítulos escritos en un inglés entrecortado. Los creadores de Dogecoin, Billy Markus y Jackson Palmer, querían crear una moneda digital que atrajera a un público más amplio y que se utilizara para dar propinas a los creadores de contenido en las plataformas de redes sociales.
Al igual que otras criptomonedas, Dogecoin opera con tecnología blockchain, que garantiza transacciones seguras sin la necesidad de intermediarios como los bancos. Sin embargo, a diferencia de Bitcoin o Ethereum, que tienen límites de suministro limitados, Dogecoin no tiene un límite máximo en su suministro total de monedas. Esto significa que constantemente se producen nuevas monedas a través de recompensas mineras.
A pesar de que comenzó como una moneda de broma o memes, Dogecoin ganó popularidad con el tiempo debido a su comunidad activa e iniciativas caritativas. Se ha utilizado para varias campañas de recaudación de fondos, como el patrocinio de atletas en los Juegos Olímpicos de Invierno y el apoyo a proyectos de agua potable en Kenia.